El director Stephen Frears quien
nos trajo Philomena y The Queen, le apuesta este año a una comedia dramática protagonizada
por un elenco de lujo, encabezado por la aclamada Meryl Streep, quien lo hace de nuevo demostrando cuan talentosa es y entregándolo
todo por su interpretación.
Florence Foster Jenkins es un relato apasionante de una mujer que sueña con
cantar , con ser escuchada por miles de personas a pesar de su ausencia de
talento para el canto, un drama oculto detrás de una aparente comedia, un guion
hermoso que construye los personajes de tal manera que a lo largo de toda la
cinta logra que el espectador se conecte y se apasione por ellos.
Lo más rescatable de esta película son sus interpretaciones, Meryl Streep
encarna a Florence Foster Jenkins una mujer apasionada por la música , con
muchos vacíos y quien pasa por una terrible enfermedad pero encuentra su
motivación en el canto, la tristeza pero también la pasión que carga este
personaje es llevado a cabo de la mejor manera por Meryl Streep. Hugh Grant
cumple su objetivo al interpretar al hombre que a compaña a Florence en su día
a día, un personaje con conflictos muy íntimos e interesantes que nos demuestran
el nivel actoral de Hugh Grant; sin embargo y quien resalto después de la
interpretación de Meryl Streep es Simón Helberg como Cosmé McMoon, un pianista
enamorado de la música que debe cumplir los caprichos de Florence, es para mí
el personaje mejor construido, quien más cambios y transformaciones tiene a lo
largo de la cinta, con momentos cómicos pero también dramáticos muy memorables,
logra una atracción del público y es en definitiva el personaje que más empatía
genera.
A parte de las actuaciones hay un equilibrio con su fotografía, sus decorados y
hermoso vestuario, acertados para la época y el contexto en que la historia se
desarrolla.
Es una película con una premisa interesante que se despliega de la mejor
manera, sin embargo se nos vende como una comedia y sí que tiene momentos en
las interpretaciones de Streep y Helberg que son muy cómicos, pero Florence Foster
Jenkins es más bien un relato épico con tintes de drama, aunque por momentos
nos reímos son más los momentos donde la risa se trasforma en tristeza y compasión.
En conclusión Florence Foster Jenkins es una experiencia muy agradable, es un
lujo y lo más rescatable son sus interpretaciones, un cast completo donde todos
se lucen por igual, es también un relato donde resaltan las moralejas, el luchar
por los sueños, luchar con pasión y amar la vida son enseñanzas que saltan a la
vista a lo largo de toda la película, pero dejando esto a un lado si esperas
reír durante dos horas, no es la mejor elección, es una historia para generar
empatía con los personajes y adentrarnos en sus conflictos más allá de los
momentos cómicos, pero esto a no hará que no sea una experiencia más que
enriquecedora el disfrutar de Florence Foster Jenkins.
Puntuación: 8/10
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